Desde 1998, las cooperativas con actividad financiera son vigiladas por la Superintendencia Financiera y por Superintendencia de Economía Solidaria. La primera vigila a las que ostentan el rango de establecimientos de crédito, y la Supersolidaria a las demás.
En Colombia hay 26 establecimientos bancarios y alrededor de 180 cooperativas de ahorro y crédito, de las cuales cinco son cooperativas financieras vigiladas por la Superintendencia Financiera.
Con esta oferta, los consumidores tienen alternativas para escoger a la hora de solicitar un crédito o un servicio, elección que en la mayoría de los casos se da por factores como costos, cercanía, tipo de productos o afinidad con la entidad.
Entre las diferencias vale la pena mencionar que las cooperativas con actividad financiera no pertenecen a un solo dueño, son de los asociados, mientras los bancos pueden pertenecer a una sociedad anónima o a dos o tres accionistas.
El director ejecutivo de Confecoop Antioquia, Luis Fernando Gómez Giraldo, sostiene que el desarrollo económico de una cooperativa sirve para “construir riqueza colectiva, que son los excedentes, que se distribuyen en beneficios y servicios a sus asociados”. Las utilidades de los bancos se reparten entre sus accionistas. En ambos, deben dejar recursos a manera de provisiones.
Una segunda diferencia es la solución colectiva que ofrecen las cooperativas a las necesidades individuales.
De acuerdo con la docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia, Diana Tabares, al momento de solicitar un crédito, las cooperativas financieras tienen mayores beneficios que un banco, incluso varían entre ellas mismas.
Resalta que una de sus ventajas es que no cobran el estudio de crédito; además existe la posibilidad de que asuman los seguros mientras que en un crédito bancario los paga el deudor. Con respecto a la retención en la fuente, indica que en algunos casos los paga la cooperativa, así como el 4×1000. Además, generalmente las tasas de interés son más bajas en una cooperativa (ver cuadro), y las cuotas de manejo, si las cobra, son menores.
Tanto las cooperativas del sector financiero como los bancos se enfocan en créditos de consumo, de microcrédito, de vivienda, para vehículo y estudio, entre otros.
Una ventaja de los bancos con el crédito de vivienda, por ejemplo, es el fondeo con el que cuentan de Findeter y el Banco de la República. Para las segundas, Findeter ha fondeado solo a cooperativas financieras que han otorgado crédito de vivienda, aunque de acuerdo con Gómez Giraldo, les está exigiendo nuevos requisitos. Y a las de ahorro y crédito no las fondea.
El dirigente gremial precisa que las cooperativas cuentan con tasas de interés competitivas, bajas, que para los asociados son mucho más reducidas, en la medida en la que ellos con sus aportes sociales y ahorros permanentes, las fondean y capitalizan.
Fuente: El Colombiano