Tomado de El Diario
Artículo de Opinión
María Celmira Toro Martínez
“Porque juntos lo hacemos, lo logramos y lo disfrutamos”.
La economía solidaria es un sector que históricamente ha buscado consolidarse como un modelo de desarrollo alternativo, a fin de generar mayor equidad social y redistribución de la riqueza en favor de las comunidades, con base en valores como la autogestión, autonomía, educación, ayuda mutua, transparencia, cooperación entre entidades y el compromiso con la comunidad, en la que se destaca la solidaridad basada en la preocupación por los demás para lograr el beneficio común.
De otra parte, es importante resaltar que la educación en economía solidaria es un deber de toda organización cooperativa, ya que su función primordial es promover la asociación con el objetivo de lograr unas metas comunes y asegurar una mejor calidad de vida de los asociados.
Está labor del comité de educación debe trascender más allá de los límites de la organización y llegar a niños, niñas y jóvenes, quienes aún están en proceso de formación y aprendizaje, de manera que la educación en economía solidaria sea un eje que estimule los principios y valores cooperativos, que promueva la solidaridad, el emprendimiento, el trabajo decente, la sostenibilidad, el respeto, la equidad y la justicia.
De ahí la importancia de desarrollar competencias de emprendimiento a partir de los valores cooperativos en los niños, niñas y jóvenes, que permitan propiciar en ellos una cultura y un ambiente de participación igualitarios que sean incluyentes y disminuyan la brecha entre poderosos y marginales, entre quienes todo lo tienen y quienes de todo carecen.
Finalmente, los principios de la economía solidaria, desarrollados desde los primeros años, permitirán generar los ejes de una nueva comunidad, conformada por seres capaces de convivir en solidaridad con los demás, con quienes se hace posible la vida, su vida, la vida del mundo. “En La Economía Solidaria, reposan los ejes que harán a través de la educación seres más humanos, más justos, solidarios y emprendedores y reafirmarán los principios y gestiones sobre los que se fundamenta el ADN social, el motor de una vida participativa y solidaria. De los niños, niñas y jóvenes formados en la economía solidaria será el futuro”.
*Unión de Instituciones de Economía Social Solidaria: UNIESS
Universidad Cooperativa de Colombia