“De aquí –Diálogos de Paz en La Habana- va a salir un acuerdo, de pronto no el mejor pero saldrá” afirmó el padre Darío Echeverri, secretario de la Comisión de Conciliación Nacional, en el marco del Foro por la Paz realizado el 12 de septiembre en Rionegro, con presencia de entidades y comunidad del Oriente Antioqueño.
El foro que contó con tres ponencias y un panel desarrollado a partir de las inquietudes de los asistentes, tuvo como tema central la “reconciliación y paz territorial”, teniendo en cuenta el proceso que se desarrolla en La Habana. Por eso el primer ponente, el padre Darío Echeverri, hizo un recorrido por su experiencia en el proceso de elegir y acompañar víctimas del conflicto armado a Cuba, y contextualizó lo que para él se llamaría posnegociación, ya que él piensa “el posconflicto como algo muy lejano”.
Al finalizar su presentación afirmó que existen grandes desafíos, por ejemplo, cómo ambientar para lograr una cultura no violenta en el país, y cuestionarse si la democracia de Colombia es
sana.
Así mismo, Sergio Guarín de Ideas para la Paz, mencionó tres mentalidades que existen en Colombia, la primera la llama la mentalidad del conquistador, y hace referencia a que todavía el
centro del país ve lo demás como provincia, y Economía Solidaria: Alternativas para el bien vivir y la paz se piensa en lo rural como sitio de paseo pero no de vivienda. La segunda es la mentalidad de padre primíparo, que es el que piensa que debe solucionarles todos los problemas a sus hijos, con esto se hace relación a que el centro del país mantiene una supervisión constante a las regiones, y le quita así la oportunidad a éstas de tomar su propia decisión.
Y la tercera, la mentalidad de fábrica del siglo XIX, donde todo estaba dividido por líneas de producción y nunca nadie hacía un producto completo, aludiendo a la producción puntual y especializada de cada región.
Iván Marulanda, del programa de la Gobernación Preparémonos para la Paz, puntualizó que “nadie se sienta en una mesa a negociar el fin del conflicto para después irse a la cárcel”.
Las alternativas económicas, que parten de las necesidades de las comunidades y del trabajo común y solidario, como el cooperativismo son metodologías para alcanzar el bien vivir y la paz
territorial.
