Emergencia climática, respuestas y alternativas de la Economía Social y Solidaria

Nos quedan 11 años (solamente) para alcanzar el límite admisible de temperatura global del planeta, y una vez superado nos llevará a un cambio en el clima de la Tierra, irreversible y sin precedentes, que supondrá una amenaza para las generaciones futuras. Así de contundente fue el mensaje de emergencia la Organización de Naciones Unidas (ONU), tras su 73ª Reunión de Alto Nivel sobre el Clima y Desarrollo Sostenible el pasado mes de marzo.

Los cálculos realizados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) señalan que un incremento de 1,5ºC respecto a los niveles anteriores a la industrialización podría ser asumible con medidas de mitigación, adaptación y resiliencia. Éste fue el aumento de la temperatura global que estableció como límite la ONU en la Convención sobre el Cambio Climático que tuvo lugar en Paris en 2015, una línea roja que no se debe cruzar de ningún modo. En cambio, si la temperatura subiese más de 1,5ºC (como se prevé) nos encontraríamos ante situaciones catastróficas; como sequías más severas y frecuentes, inundaciones, olas de calor extremo, cultivos destrozados…, lo que provocaría consecuencias nefastas para la biodiversidad y para la humanidad.

Los impactos que ha generado el cambio climático, son directos e indirectos, y relacionados con la actividad humana, según la evidencia científica. Los ecosistemas naturales están íntimamente interrelacionados con esa actividad.

Ante esto, diversos Estados y Administraciones de todo el mundo han declarado la Emergencia Climática, un total de unas 800, cifra en continuo crecimiento desde que la ciudad de Darebin, Australia, declarase en 2016 por primera vez este estado de Emergencia Climática.

¿Pero qué supone declarar el estado de Emergencia Climática? ¿Acaso esa alerta que están poniendo en la agenda pública los movimientos sociales y ecologistas del mundo tiene la misma estrategia para acabar con el cambio climático? ¿Es posible promover la paz, la prosperidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible en un mundo globalmente capitalista, basado en un crecimiento económico lineal, que no tiene en cuenta los límites del planeta? ¿Promueven los Objetivos de Desarrollo Sostenible realmente una Economía Social, justa, equitativa y democráticamente radical en todo el mundo?

Una ESS para la transición ecosocial
Ante a todas estas preguntas, las entidades que promueven la ecología dentro de la Economía Social y Solidaria tienen sus propuestas. La ESS forma parte del conjunto de economías transformadoras que se erigen como modelo económico alternativo al modelo capitalista imperante y que priorizan el bienestar de las personas y su entorno. Son, por tanto, las más idóneas para proporcionar una solución efectiva que reduzca los impactos socioambientales que nuestra sociedad ha generado y que han desembocado en la situación de emergencia climática actual.

La ESS comprende una gran variedad de iniciativas que desarrollan una actividad económica desde una base colectiva con una clara voluntad de contribuir a la transformación de nuestra sociedad, integrando para ello criterios sociales y ambientales en sus valores, su organización y sus actividades.

Dentro de la ESS encontramos fórmulas tan diversas como cooperativas, fundaciones e incluso asociaciones, que incorporan cierto nivel de profesionalización. Así pues, el vínculo con los movimientos sociales de base es muy estrecho, hasta el punto que algunas iniciativas surgen de la mano de personas vinculadas a dichos movimientos, que deciden dar un paso más para la implementación de sus reivindicaciones sociales y medioambientales, realizando proyectos o servicios relacionados con dichas demandas o, sencillamente, desarrollando una actividad económica con un enfoque más sostenible.

La ESS constituye, por tanto, una oportunidad para construir modelos socioeconómicos que contribuyan a transitar a la sociedad postcarbono a la que nos dirigimos. Pero puede haber muchas sociedades pos-carbono y diversas transiciones para llegar a ellas. Necesitamos que esta transición ecológica sea una oportunidad para construir sociedades más justas, equitativas y democráticas. Y este proceso de transición debe ser rápido, pues tenemos poco tiempo, y si no lo lidera la Economía Social y Solidaria y otras alternativas, lo harán las grandes corporaciones.

Pero ¿está la Economía Social y Solidaria preparada? Es importante que el tejido de la ESS se haga esa pregunta, y vea las transiciones como una gran oportunidad para acelerar y hacer crecer estas alternativas que vienen cultivándose desde hace años. Porque si no conseguimos construir este espacio necesario desde la ESS, nos podemos encontrar con escenarios no deseables, cada vez más desiguales y con un crecimiento de los ecofascismos.

Retos en el horizonte
Tenemos varios retos para fortalecer la ESS delante la situación de Emergencia Climática. Necesitamos hacer de la transición ecológica el eje vertebrador de nuestras estrategias de impulso y fortalecimiento de la ESS, lo que conlleva, por ejemplo, priorizar los sectores estratégicos para la transición.

Por otra parte, debemos orientar la ESS a su crecimiento, para poder generar alternativas amplias y replicables que puedan competir con las grandes corporaciones. Así mismo, hemos de incidir en el modelo educativo y cultural, que promueve el individualismo, fomentando en su lugar la cooperación y la solidaridad, y profundizar en los vínculos y alianzas que pueden tejerse entre las iniciativas económicas transformadoras y los movimientos sociales que luchan por derechos sociales, el medio ambiente y la emergencia climática.

Pero, además de las acciones de transformación del día a día que aportamos desde la ESS en pos de la descarbonización de nuestras vidas y actividades, el gran reto es extrapolar estos modelos de funcionamiento más ecológicos y democráticos al resto de la sociedad. Y hemos de empezar por las propias entidades sociales, cooperativas y empresas de la ESS, que tienen aún como asignatura pendiente incorporar en su funcionamiento una visión más ecológica y respetuosa con el medio ambiente.

Hay un largo camino a recorrer con el conjunto del universo de la ESS y los movimientos por el clima, y que como apuntamos ha de extenderse a toda la sociedad, dada la urgencia del problema y la necesidad de dar respuestas en corto plazo a la emergencia climática.

Tomado de: elsaltodiario.com

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